Información General
Las neuropatías inflamatorias son un grupo heterogéneo de enfermedades que se caracterizan por la presencia de un ataque autoinmune a los nervios periféricos. Dependiendo del tipo de afectación, de la forma de presentación y de las características electrofisiológicas se clasifican en grupos diversos. Se trata de enfermedades raras y, en ocasiones, difíciles de diagnosticar.
Existen neuropatías inflamatorias agudas y crónicas y, aunque en general responden a tratamientos inmunomoduladores o inmunosupresores, pueden determinar una discapacidad significativa en muchos de los pacientes.
Existen neuropatías inflamatorias agudas, como el Síndrome de Guillain-Barré (con todas sus variantes) y crónicas, como la poliradiculoneuropatía inflamatoria desmielinizante crónica (CIDP) o la neuropatía motora multifocal (MMN). También se incluyen en este grupo las neuropatías asociadas a gammapatía monoclonal o las neuropatías vasculíticas.
Son enfermedades raras cuyo conocimiento es, en general, bastante limitado. Además, se conoce muy poco de su fisiopatología, por lo que no existen marcadores biológicos específicos y, por esta razón, son enfermedades que pueden ser difíciles de diagnosticar o pasar desapercibidas. En algunos casos, cómo en la CIDP, el diagnóstico está basado exclusivamente en criterios clínicos y electrofisiológicos, ya que no existen marcadores biológicos diagnósticos específicos.
Una de las líneas fundamentales de nuestro grupo es, precisamente, buscar biomarcadores en las neuropatías inflamatorias que puedan ayudar al diagnóstico y que puedan guiar su tratamiento. A este respecto trabajamos en 3 líneas fundamentales:
- Estudio de anticuerpos antigangliosido en el Síndrome de Guillain-Barré y variantes. En este campo hemos sido capaces de describir reactividades antigangliosido que identifican subtipos de síndrome de Guillain-Barré concretos, con particularidades diagnósticas y pronósticas.
- Estudio de la presencia de autoanticuerpos en la CIDP. A este respecto, nuestro objetivo fundamental es encontrar autoanticuerpos específicos que sirvan para diagnosticar mejor esta enfermedad. Nuestro grupo ha descrito que la presencia de anticuerpos anti-contactin1 y anti-neurofascin 155 se relaciona con dos subtipos de CIDP especificos que no responden bien a las terapias convencionales. Estos estudios pueden ayudar a mejorar el manejo, tanto diagnóstico, como en su tratamiento, de los pacientes con CIDP
- Finalmente, estamos interesados en el estudio de la inmunopatogenia de estas enfermedades para intentar descubrir los mecanismos implicados en la perdida de tolerancia contra estructuras del nervio y, por tanto, con la aparición de la enfermedad
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